Ojos amarillentos o Ictericia: ¿Qué los causa y cómo se trata?

Ojos amarillos o Ictericia: ¿Qué los causa y cómo se trata?

¿Alguna vez te has mirado al espejo y notado que el blanco de tus ojos luce amarillento? Este cambio, que muchas personas perciben de forma repentina, puede ser más que una simple alteración del color: a menudo es una señal de que algo está ocurriendo en el organismo. Los ojos amarillos —también conocidos como ictericia ocular— no son una enfermedad en sí mismos, sino un síntoma que puede estar vinculado a distintos trastornos, especialmente del hígado, la vesícula biliar o la sangre.

Saber por qué los ojos se ponen amarillos es clave para actuar a tiempo. En algunos casos, el color amarillento aparece por causas benignas y transitorias; en otros, puede ser un signo temprano de enfermedades que requieren atención médica inmediata. Por eso, no debe pasarse por alto.

En este artículo te explicaremos qué significan los ojos amarillos, cuáles son sus causas más frecuentes y cómo se realiza el diagnóstico adecuado. Además, conocerás cuándo es importante acudir a un especialista y qué opciones de tratamiento existen para recuperar tu salud ocular. ¡Continúa leyendo!

¿Necesitas una evaluación ocular? Reserva una cita en Opeluce.

¿Qué es la ictericia ocular?

La ictericia ocular es la coloración amarillenta de la esclerótica, la capa blanca que recubre el globo ocular. Este cambio ocurre por el aumento de una sustancia llamada bilirrubina en la sangre, un pigmento que se genera durante la degradación normal de los glóbulos rojos.

Cuando el hígado, la vesícula biliar o las vías biliares no eliminan adecuadamente la bilirrubina, esta se acumula en el organismo y se deposita en los tejidos, haciendo que los ojos y, en algunos casos, la piel adquieran un tono amarillento. Este proceso es conocido como ictericia y puede tener múltiples causas, desde enfermedades hepáticas hasta trastornos sanguíneos o biliares.

En el ámbito oftalmológico, la ictericia ocular se considera un signo clínico visible que suele aparecer antes de que el paciente presente otros síntomas generales, como fatiga, fiebre o cambios en el color de la orina. Por eso, los oftalmólogos pueden ser los primeros en detectar un posible desequilibrio sistémico a través de la observación del color ocular.

Aunque la ictericia ocular no siempre indica una enfermedad grave, nunca debe ignorarse. Un diagnóstico temprano permite identificar si se trata de una causa temporal o de un trastorno que requiere atención médica inmediata.

Ojos amarillos: causas más frecuentes

En términos generales, los ojos amarillos aparecen cuando existe una acumulación anormal de pigmentos o sustancias —como la bilirrubina o depósitos grasos en la conjuntiva— que modifican la coloración natural de la esclerótica (la parte blanca del ojo).

Entre las causas más comunes se encuentran:

  • Condiciones oculares locales, como la pingüécula o el pterigión, que son pequeñas lesiones benignas que se desarrollan por la exposición al sol, al viento o al polvo, y pueden dar una apariencia amarillenta en zonas específicas del ojo.
  • Alteraciones metabólicas o hepáticas, que aumentan los niveles de bilirrubina en sangre y provocan una coloración amarilla más difusa en ambos ojos.
  • Uso prolongado de ciertos medicamentos o suplementos, así como la exposición a contaminantes o rayos UV sin protección.
  • Factores asociados al envejecimiento ocular, que modifican lentamente la transparencia y tonalidad de la esclerótica.

En todos los casos, la presencia de ojos amarillos es una señal que debe ser evaluada por un oftalmólogo, ya que solo una revisión profesional puede determinar si el origen es ocular o sistémico y si requiere tratamiento.

▶ ¿Necesitas una evaluación especializada? Reserva una cita en Opeluce.

Diagnóstico: cómo se evalúan los ojos amarillos

Cuando un paciente acude a consulta por presentar ojos amarillentos, el primer paso del oftalmólogo es determinar si el origen del cambio de color se encuentra en el propio ojo o si se trata de un reflejo de una condición sistémica. Para ello, se realiza una evaluación integral que combina la observación clínica con estudios complementarios.

Los principales pasos en el diagnóstico incluyen:

1. Examen con lámpara de hendidura
Es la herramienta fundamental en la exploración ocular. Permite observar con gran detalle la conjuntiva, la esclerótica y la córnea, identificando lesiones, depósitos grasos o cambios estructurales que puedan causar el tono amarillento. A través de esta evaluación, el especialista puede diferenciar una pigmentación superficial (como una pingüécula o pterigión) de una alteración más profunda o difusa.

2. Evaluación de la superficie ocular
Se analiza la calidad y estabilidad de la película lagrimal, así como la presencia de inflamación o irritación crónica. El uso de colorantes como la fluoresceína ayuda a detectar daño epitelial o sequedad severa que pueda estar contribuyendo a la coloración anómala.

3. Revisión de antecedentes médicos
En algunos casos, los ojos amarillos pueden estar asociados a trastornos metabólicos o hepáticos. Por ello, el oftalmólogo puede solicitar estudios complementarios, como análisis de bilirrubina o pruebas hepáticas, si considera que la alteración tiene un componente sistémico.

4. Pruebas complementarias según el caso
En presencia de lesiones focales o elevadas, se pueden realizar exámenes como la biomicroscopía, fotografía del segmento anterior, o incluso una tomografía de coherencia óptica (OCT) para descartar afectación estructural.
Cuando existe sospecha de alteraciones inflamatorias o infecciosas, puede ser necesario un estudio de laboratorio o una interconsulta con otras especialidades médicas.

5. Evaluación bilateral y comparativa
El oftalmólogo siempre comparará ambos ojos. Si la coloración amarillenta es asimétrica o localizada, se analiza la superficie ocular en busca de depósitos lipídicos, exposición solar crónica o lesiones degenerativas. Si es generalizada, se prioriza la evaluación sistémica.

El diagnóstico preciso de los ojos amarillentos requiere la valoración de un especialista en salud visual. En Opeluce, los exámenes oftalmológicos se realizan con equipos de alta resolución y profesionales capacitados para diferenciar entre una causa ocular local y una manifestación de otra enfermedad. Detectar el origen del cambio en la coloración es clave para definir un tratamiento oportuno y preservar la salud visual.

Tratamiento de los ojos amarillos: cómo se aborda según la causa

El tratamiento de los ojos amarillentos depende directamente de la causa que los origina. En oftalmología, la prioridad es determinar si el cambio de color proviene de una alteración ocular localizada o si se trata de una manifestación de una enfermedad sistémica. En ambos casos, el manejo debe ser individualizado y supervisado por un especialista.

1. Tratamiento de causas oculares locales
Cuando el origen es oftalmológico, los tratamientos suelen centrarse en mejorar la salud de la superficie ocular y reducir la exposición a factores irritantes.

  • Pingüécula y pterigión: se indican lubricantes oculares con ácido hialurónico para mantener la hidratación y reducir la inflamación. En casos avanzados o cuando hay compromiso estético o visual, puede requerirse una cirugía ambulatoria para extirpar la lesión.
  • Sequedad ocular crónica: el tratamiento incluye el uso regular de lágrimas artificiales, control ambiental (evitar viento, aire acondicionado o pantallas prolongadas) y, si hay inflamación, colirios con antiinflamatorios suaves.
  • Depósitos lipídicos o degenerativos: se recomienda una dieta equilibrada, control de colesterol y evaluaciones periódicas, ya que estos depósitos suelen relacionarse con el metabolismo lipídico o la exposición solar acumulada.
  • Inflamaciones o infecciones oculares: el tratamiento dependerá del agente causal. Puede incluir colirios antibióticos, antivirales o antiinflamatorios prescritos por el especialista.

2. Tratamiento de causas sistémicas
Si el oftalmólogo detecta que el color amarillento es consecuencia de un aumento en los niveles de bilirrubina u otro trastorno metabólico, se deriva al paciente para una evaluación médica completa. Entre las causas más comunes se encuentran:

  • Alteraciones hepáticas (hepatitis, cirrosis, hígado graso): el tratamiento incluye cambios en la dieta, medicación específica y seguimiento por un hepatólogo.
  • Obstrucción de vías biliares: puede requerir procedimientos para eliminar cálculos o aliviar la obstrucción.
  • Trastornos hematológicos: como la hemólisis o anemias severas, que se manejan bajo control médico especializado.

En estos casos, el oftalmólogo cumple un papel fundamental en la detección inicial, ya que muchas veces el ojo es el primer órgano en reflejar estas alteraciones internas.

El tratamiento de los ojos amarillos no debe basarse en remedios caseros ni soluciones rápidas. Aunque en muchos casos la causa puede ser leve, este síntoma también puede advertir la presencia de una enfermedad más seria. En Opeluce, contamos con especialistas en superficie ocular y diagnóstico integral que pueden identificar la causa precisa y ofrecer un tratamiento seguro y personalizado para cada paciente.

▶ Agenda tu cita con nosotros y protege tu salud ocular hoy

¿Cuándo acudir al oftalmólogo por ojos amarillos?

Aunque en algunos casos los ojos amarillos pueden deberse a causas benignas, como irritación ocular o exposición prolongada al sol, en otros pueden ser la primera señal de un trastorno que requiere atención médica inmediata. La clave está en no subestimar el síntoma y acudir al oftalmólogo cuando la coloración amarillenta no desaparece en pocos días o se presenta junto con otros signos visuales o generales.

A continuación, se detallan las principales situaciones en las que debes consultar a un especialista en salud visual:

  • Cambio persistente en la coloración de la esclerótica: si el tono amarillento se mantiene o progresa, incluso sin dolor ni molestias.
  • Amarillez bilateral o difusa: cuando ambos ojos se ven amarillos, puede ser indicio de un problema sistémico (como alteraciones hepáticas o metabólicas).
  • Síntomas oculares: enrojecimiento, ardor, picazón, sensación de cuerpo extraño, lagrimeo excesivo o visión borrosa.
  • Aparición de manchas o protuberancias visibles: como pingüéculas o pterigiones que aumentan de tamaño con el tiempo.
  • Dolor ocular o sensibilidad a la luz: pueden indicar un proceso inflamatorio o infeccioso.
  • Cambios en la visión: dificultad para enfocar, visión doble o pérdida de nitidez progresiva.
  • Síntomas generales asociados: color amarillento en la piel, orina oscura, fatiga, fiebre o molestias abdominales (posibles signos de alteración hepática o biliar).

Acudir al oftalmólogo a tiempo no solo permite identificar el origen del problema ocular, sino también prevenir complicaciones que podrían afectar la visión o revelar enfermedades que aún no presentan otros síntomas. Un examen oftalmológico completo, junto con estudios complementarios si son necesarios, permite establecer un diagnóstico certero y definir el tratamiento más adecuado.

En Opeluce, contamos con especialistas en superficie ocular y diagnóstico integral que pueden determinar si la coloración amarilla en los ojos es producto de una condición local o de un problema sistémico. Detectar la causa a tiempo puede marcar la diferencia entre un cuadro reversible y una complicación visual severa.

▶ Reserva tu cita en Opeluce y recibe una evaluación completa para proteger tu salud ocular.

Prevención y cuidado ocular para evitar los ojos amarillentos

Mantener una buena salud ocular es esencial para prevenir la aparición de ojos amarillos y otras alteraciones visibles en la superficie del ojo. Aunque algunas causas son sistémicas y requieren atención médica, existen hábitos diarios que pueden reducir el riesgo de irritaciones o degeneraciones oculares.

  • Protege tus ojos del sol: usa gafas con filtro UV para evitar daños en la conjuntiva y la esclerótica.
  • Evita ambientes irritantes: el humo, el polvo y la exposición prolongada a pantallas pueden causar sequedad e inflamación.
  • Mantén una alimentación balanceada: los alimentos ricos en antioxidantes, vitamina A y omega-3 favorecen la salud de los tejidos oculares.
  • Hidrata tus ojos: utiliza lágrimas artificiales si trabajas muchas horas frente a pantallas o en ambientes secos.
  • Realiza controles oftalmológicos periódicos: incluso si no tienes síntomas, una revisión anual permite detectar cambios tempranos en la superficie ocular o en la pigmentación de la esclerótica.

Estos cuidados sencillos ayudan a preservar la salud visual y a identificar de manera oportuna cualquier cambio que pueda indicar un problema mayor. En Opeluce, nuestros especialistas están preparados para ayudarte a mantener una visión clara y saludable en cada etapa de tu vida. 

Preguntas frecuentes sobre los ojos amarillos

¿Por qué mis ojos están amarillos?
Los ojos amarillos aparecen cuando la parte blanca del ojo (esclerótica) adquiere un tono amarillento. Puede deberse a causas oculares, como depósitos de grasa, exposición solar o inflamaciones crónicas, o a causas sistémicas como alteraciones hepáticas o biliares. La evaluación de un oftalmólogo es esencial para diferenciar el origen y definir el tratamiento adecuado.

¿Los ojos amarillos siempre significan un problema en el hígado?
No necesariamente. Si bien la ictericia hepática es una causa frecuente, existen condiciones oculares benignas que también pueden generar ese color. Entre ellas destacan la pingüécula y el pterigión, que son crecimientos en la conjuntiva relacionados con la exposición solar o el envejecimiento ocular.

¿Los ojos amarillos se pueden curar?
Sí, pero el tratamiento depende de la causa. Si el origen es ocular, el especialista puede indicar lubricantes, antiinflamatorios o cirugía menor (en casos de pterigión avanzado). Si el origen es sistémico, se debe tratar la enfermedad de base, como una alteración hepática o metabólica. Por eso, es importante un diagnóstico preciso antes de iniciar cualquier tratamiento.

¿Qué pasa si solo un ojo está amarillo?
Cuando la coloración amarilla afecta solo un ojo o una zona específica, suele relacionarse con causas locales, como una lesión, una degeneración conjuntival o el uso prolongado de medicamentos oculares. En estos casos, se recomienda una evaluación oftalmológica completa para descartar una lesión estructural.

¿La exposición al sol puede causar ojos amarillos?
Sí. La radiación ultravioleta (UV) puede dañar la conjuntiva y favorecer la aparición de lesiones benignas como la pingüécula o el pterigión, que generan un tono amarillento o amarillento-rojizo en la parte blanca del ojo. Por ello, el uso de lentes con filtro UV es fundamental para la prevención.

¿Cuándo debo acudir al oftalmólogo si tengo los ojos amarillos?
Debes acudir al especialista si la coloración amarilla no desaparece en pocos días, si se acompaña de dolor, picazón, enrojecimiento o cambios en la visión, o si observas amarillez bilateral y persistente. También si se presenta junto con síntomas generales como fatiga, fiebre o piel amarillenta, ya que podrían indicar un problema sistémico.

Ojos amarillos: una señal que tus ojos no deben ignorar

Cuando la parte blanca del ojo pierde su color natural y adquiere un tono amarillento, no es solo una cuestión estética: puede ser la forma en que tu cuerpo avisa que algo no está funcionando correctamente. Los ojos amarillos pueden tener distintas causas —algunas leves y oculares, como la exposición solar o la sequedad crónica—, pero en otros casos pueden indicar trastornos sistémicos que requieren atención médica inmediata.

Por eso, ignorar este cambio nunca es una buena opción. La esclerótica amarillenta es un signo que merece una evaluación detallada, no solo para aliviar las molestias visuales, sino para descartar enfermedades que podrían afectar tu visión o tu salud general.

En Opeluce, comprendemos que cada caso es diferente. Nuestros especialistas en oftalmología cuentan con la experiencia y la tecnología avanzada necesarias para identificar con precisión la causa de los ojos amarillentos, ya sea un problema ocular localizado o un reflejo de una condición sistémica. Evaluamos la superficie ocular, el estado de la conjuntiva y la función hepática ocular (cuando corresponde) para ofrecerte un diagnóstico completo y confiable.

La detección temprana es clave. Muchas veces, un examen ocular de rutina puede revelar alteraciones que aún no generan síntomas. Consultar con un especialista a tiempo no solo previene complicaciones, sino que te brinda tranquilidad y la oportunidad de cuidar tu visión de manera integral.

Recuperar la claridad en la mirada también significa recuperar tu bienestar y tu confianza. No permitas que un signo como el color amarillento en tus ojos pase inadvertido.

Reserva tu cita en Opeluce hoy mismo y recibe la atención de un equipo comprometido con tu salud visual.
Te ayudaremos a descubrir la causa, tratarla adecuadamente y mantener tus ojos sanos, claros y llenos de vida.

📞 Reserva tu cita llamando al (01) 206-4700
📍 Estamos ubicados en Av. Arequipa 1885 Lince – Lima

Solicita información

Déjanos tus datos para proceder con el registro

Solicita información

Déjanos tus datos para proceder con el registro

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Compartir en:

Facebook
Twitter
Pinterest
LinkedIn

Post relacionados