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ToggleLa trabeculoplastia es un tratamiento ocular con láser que ha ganado relevancia en los últimos años como una alternativa eficaz para controlar el glaucoma, una enfermedad silenciosa que puede dañar la visión de forma irreversible. En el Perú, miles de pacientes conviven con esta condición sin saber que existen opciones avanzadas para preservar su salud visual sin recurrir directamente a una cirugía invasiva.
¿Sabías que el glaucoma no siempre presenta síntomas en sus etapas iniciales? Esta es una de las razones por las que es tan importante conocer tratamientos como la trabeculoplastia láser. Ya sea que hayas sido diagnosticado recientemente o busques información para un familiar, este artículo te ayudará a entender cómo funciona esta técnica, cuándo se recomienda y qué resultados esperar. Continúa leyendo y descubre si la trabeculoplastia puede ayudarte a proteger tu visión a tiempo.
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¿Qué es la trabeculoplastia láser para glaucoma?
La trabeculoplastia láser para glaucoma es un procedimiento terapéutico no invasivo utilizado para reducir la presión intraocular (PIO) en pacientes diagnosticados con glaucoma de ángulo abierto. Esta técnica se aplica cuando el tratamiento con fármacos hipotensores oculares no resulta suficiente o cuando el paciente presenta baja tolerancia a los colirios. El objetivo principal es mejorar la salida del humor acuoso desde el ojo, facilitando su drenaje a través de la malla trabecular —estructura responsable del flujo del líquido intraocular— y, de esta forma, controlar la progresión del daño al nervio óptico.
Durante la trabeculoplastia, se aplica energía láser de manera precisa sobre el trabéculo, que es una parte clave del sistema de drenaje ocular ubicado en el ángulo iridocorneal. Dependiendo del tipo de láser utilizado, el procedimiento puede inducir un remodelado de los tejidos (como en el caso del láser de argón) o estimular biológicamente una respuesta celular que mejora la eficiencia del drenaje, como ocurre con el láser selectivo (SLT). Ambos métodos tienen como finalidad disminuir la PIO sin necesidad de cirugía filtrante y, en muchos casos, permiten reducir o incluso suspender el uso diario de medicamentos.
La trabeculoplastia láser se realiza de forma ambulatoria, sin necesidad de incisiones ni hospitalización. Es un procedimiento indoloro, rápido (dura aproximadamente 10 a 15 minutos por ojo) y con una recuperación generalmente favorable. Sin embargo, no es curativa: si bien controla la presión ocular, no revierte el daño ya existente en el nervio óptico, por lo que se considera una terapia de control y no de restitución visual.
En el contexto del glaucoma, donde la pérdida visual es irreversible y progresiva, intervenir oportunamente es crucial. Por eso, si te han diagnosticado esta enfermedad o sospechas que puedas tenerla, es fundamental que un especialista evalúe si eres candidato o no para este tipo de tratamiento.
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¿En qué casos se recomienda la trabeculoplastia láser?
La trabeculoplastia láser es una alternativa terapéutica ampliamente reconocida en el manejo del glaucoma de ángulo abierto, particularmente cuando el tratamiento farmacológico no logra mantener la presión intraocular (PIO) dentro de los límites seguros para evitar el daño progresivo al nervio óptico. Esta técnica también es una opción válida para pacientes que presentan efectos secundarios por el uso prolongado de colirios hipotensores, o para aquellos con dificultades en la adherencia al tratamiento médico.
Los casos más comunes en los que se recomienda la trabeculoplastia láser son:
1. Glaucoma primario de ángulo abierto (GPAA): Es la indicación más frecuente. La trabeculoplastia láser, especialmente con láser selectivo (SLT), puede usarse como terapia de primera línea o como complemento en pacientes que no alcanzan una PIO adecuada solo con colirios.
2. Hipertensión ocular: Pacientes con presión intraocular elevada sin daño detectable del nervio óptico, pero con riesgo de desarrollar glaucoma, pueden beneficiarse del procedimiento para evitar la progresión hacia una neuropatía óptica glaucomatosa.
3. Glaucoma pseudoexfoliativo y pigmentario: Ambos tipos de glaucoma secundario presentan una malla trabecular con material obstruyente (pseudoexfoliación o pigmento), lo cual dificulta el drenaje del humor acuoso. La trabeculoplastia láser argón ha demostrado buenos resultados en estos casos, mejorando la eficiencia del flujo y disminuyendo la PIO.
4. Pacientes con mala adherencia al tratamiento médico: La complejidad de los esquemas de tratamiento —que a menudo incluyen múltiples fármacos y dosis diarias— puede generar dificultades en pacientes adultos mayores o en aquellos con enfermedades sistémicas. La trabeculoplastia permite reducir la carga farmacológica, mejorando la calidad de vida del paciente.
5. Contraindicaciones o efectos adversos a medicamentos tópicos: Cuando el paciente desarrolla reacciones alérgicas, toxicidad corneal o conjuntival, o presenta enfermedades sistémicas que contraindican el uso prolongado de fármacos hipotensores, la trabeculoplastia representa una alternativa eficaz y segura.
6. Terapia complementaria prequirúrgica: En algunos casos, se utiliza la trabeculoplastia como una medida temporal antes de indicar una cirugía filtrante (como la trabeculectomía), para intentar estabilizar la PIO o reducir la necesidad de cirugía inmediata.
Cabe destacar que la trabeculoplastia láser no está indicada en todos los tipos de glaucoma. Por ejemplo, en casos de glaucoma de ángulo cerrado, uveítico o neovascular, la eficacia del procedimiento es limitada o está contraindicada. Por ello, siempre se requiere una evaluación personalizada con gonioscopía y otros exámenes oftalmológicos para determinar la viabilidad del tratamiento.
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Exámenes oculares previos a la trabeculoplastia láser
Antes de realizar una trabeculoplastia láser para glaucoma, es indispensable llevar a cabo una serie de evaluaciones oftalmológicas que permiten confirmar la indicación del procedimiento, establecer un diagnóstico preciso y planificar la intervención de forma segura y eficaz. A continuación, te explicamos los principales exámenes que el oftalmólogo puede solicitar:
- Tonometría: Este examen mide la presión intraocular (PIO). La trabeculoplastia láser se indica generalmente cuando la PIO está elevada y no responde adecuadamente al tratamiento con medicamentos.
- Gonioscopía: Permite examinar el ángulo iridocorneal, donde se encuentra la malla trabecular. Es fundamental para determinar si el paciente tiene un glaucoma de ángulo abierto (apto para el procedimiento) o un ángulo cerrado (donde la trabeculoplastia no es efectiva).
- Campimetría visual: También conocida como prueba de campo visual, detecta posibles daños en el nervio óptico midiendo la sensibilidad visual periférica. Es esencial para establecer el nivel de progresión del glaucoma.
- Tomografía de coherencia óptica (OCT): Este examen de alta tecnología evalúa la estructura del nervio óptico y la capa de fibras nerviosas de la retina, permitiendo identificar signos de daño glaucomatoso de forma temprana y objetiva.
- Paquimetría corneal: Consiste en medir el grosor de la córnea, un dato clave para interpretar correctamente los valores de presión ocular. Una córnea muy delgada puede subestimar la PIO real.
- Biomicroscopía: Es un examen clínico del segmento anterior del ojo, útil para descartar inflamaciones, anomalías estructurales o cualquier otra condición que contraindique la aplicación del láser.
Estos exámenes no solo confirman el diagnóstico de glaucoma, sino que ayudan al especialista a determinar si la trabeculoplastia láser con argón u otro tipo de láser será la mejor alternativa terapéutica.
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Tipos de trabeculoplastia láser
Dependiendo del tipo de láser utilizado y de la técnica aplicada, existen diferentes modalidades del tratamiento, cada una con indicaciones y beneficios específicos. Conocer estos tipos ayuda a entender cuál puede ser la opción más adecuada para cada caso.
1. Trabeculoplastia láser con argón (ALT)
La trabeculoplastia láser argón (Argon Laser Trabeculoplasty, ALT) es una de las técnicas más tradicionales. Durante el procedimiento, se aplica un láser de argón de alta intensidad sobre la malla trabecular, una estructura del ojo ubicada en el ángulo entre la córnea y el iris, que cumple la función de drenar el humor acuoso (el líquido dentro del ojo). Al aplicar el láser, se producen pequeñas quemaduras controladas en este tejido, lo que genera una respuesta biológica que mejora el drenaje del líquido ocular y, como resultado, disminuye la presión dentro del ojo.
Esta técnica fue la primera en desarrollarse y demostró ser efectiva en una buena proporción de pacientes, especialmente aquellos con glaucoma primario de ángulo abierto. Sin embargo, con el tiempo puede perder efectividad, y su repetición es limitada debido a los efectos térmicos sobre el tejido ocular.
Ventajas: buena respuesta inicial, procedimiento ambulatorio.
Desventajas: riesgo de inflamación postoperatoria, limitada repetición.
2. Trabeculoplastia láser selectiva (SLT)
La trabeculoplastia láser selectiva (Selective Laser Trabeculoplasty, SLT) es una técnica más moderna que emplea un láser de baja energía que actúa solo sobre las células pigmentadas de la malla trabecular, sin generar daño térmico al tejido circundante.
Este procedimiento se basa en un principio llamado fototermólisis selectiva, que permite estimular una respuesta biológica en el sistema de drenaje ocular sin causar daño térmico permanente. Como resultado, se mejora el flujo del humor acuoso y se reduce la presión dentro del ojo sin necesidad de incisiones ni daño estructural.
Una de las principales ventajas de la SLT es que, al no generar cicatrices, puede repetirse en caso necesario, lo cual la convierte en una opción ideal para pacientes que requieren control a largo plazo del glaucoma. Además, es un tratamiento ambulatorio, indoloro, y suele durar menos de 10 minutos, con una recuperación rápida y mínimos efectos secundarios.
Ventajas: menos inflamación, posibilidad de repetición, tecnología avanzada.
Desventajas: respuesta variable en algunos pacientes.
3. Micropulse Laser Trabeculoplasty (MLT)
Este tipo de trabeculoplastia utiliza un láser de diodo en micropulsos, lo que permite un tratamiento aún más suave y controlado. Su objetivo es mejorar el flujo de salida del humor acuoso sin causar daño térmico significativo, al igual que la SLT.
Aunque menos utilizada que las anteriores, la MLT representa una alternativa prometedora para casos donde se desea un tratamiento menos invasivo o cuando la SLT no está disponible.
Ventajas: menor riesgo de inflamación, alternativa moderna.
Desventajas: aún se investiga su eficacia a largo plazo.
En resumen, los tipos de trabeculoplastia láser más utilizados en la actualidad son la ALT (con láser de argón) y la SLT (láser selectivo), siendo esta última la preferida en muchos centros especializados por su eficacia y bajo riesgo. La elección dependerá del tipo de glaucoma, la respuesta previa al tratamiento y las condiciones individuales del paciente.
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¿Cómo se realiza una trabeculoplastia?
La trabeculoplastia es un procedimiento ambulatorio y mínimamente invasivo que se realiza con el objetivo de reducir la presión intraocular en pacientes con glaucoma de ángulo abierto. Su finalidad es mejorar el drenaje del humor acuoso a través de la malla trabecular, utilizando tecnología láser de alta precisión. Existen dos técnicas principales: la trabeculoplastia láser con argón (ALT) y la trabeculoplastia láser selectiva (SLT). Ambas siguen un proceso quirúrgico similar en cuanto a preparación y ejecución.
El procedimiento se lleva a cabo en el consultorio oftalmológico o en una sala de procedimientos especializada, y suele durar entre 10 y 15 minutos por ojo. No requiere anestesia general, ya que se utiliza un colirio anestésico local para insensibilizar la superficie ocular y garantizar la comodidad del paciente durante todo el proceso.
Una vez preparado el ojo, el especialista coloca una lente especial sobre la córnea, conocida como lente de gonioscopía, la cual permite visualizar con precisión la malla trabecular. A través de esta lente, se aplica el láser en puntos estratégicos del sistema de drenaje ocular. Dependiendo del tipo de láser empleado, la energía actúa estimulando una respuesta biológica (en el caso de la SLT) o produciendo micro cambios térmicos (en la ALT), que facilitan la salida del humor acuoso y, por ende, reducen la presión intraocular.
Finalizado el procedimiento, se retira la lente y se instilan gotas antiinflamatorias para prevenir molestias o reacciones inflamatorias leves. El paciente puede irse a casa el mismo día, y generalmente puede retomar sus actividades habituales en 24 a 48 horas, con algunas indicaciones específicas sobre el uso de medicamentos y controles postoperatorios.
En resumen, la trabeculoplastia es una opción segura y eficaz que, cuando está bien indicada, puede reducir la necesidad de colirios y retrasar o incluso evitar una cirugía más invasiva. En centros especializados como Opeluce, este procedimiento es realizado por oftalmólogos experimentados y con tecnología de última generación.
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Preguntas frecuentes sobre la trabeculoplastia láser para glaucoma
¿La trabeculoplastia láser cura el glaucoma?
No. Este tratamiento no cura el glaucoma, pero sí ayuda a controlar la presión intraocular, uno de los factores clave para evitar el avance de la enfermedad.
¿Cuánto dura el efecto de la trabeculoplastia láser?
Los resultados pueden durar entre 2 a 5 años, dependiendo del tipo de glaucoma, la respuesta del paciente y si se trata de una primera o segunda aplicación.
¿Es dolorosa la trabeculoplastia láser?
No. El procedimiento es rápido e indoloro. Se utiliza anestesia en gotas y el paciente solo puede sentir una leve presión o molestia durante la aplicación del láser.
¿Cuánto tiempo dura la recuperación?
La mayoría de pacientes retoma sus actividades normales el mismo día o al día siguiente. En general, los efectos secundarios son leves y transitorios.
¿Qué diferencia hay entre SLT y ALT?
La trabeculoplastia láser selectiva (SLT) usa pulsos de baja energía y es menos invasiva, permitiendo repetirla si es necesario. En cambio, la trabeculoplastia con láser de argón (ALT) emplea más calor y suele tener efectos permanentes en el tejido, por lo que no suele repetirse.
¿Es necesario seguir usando gotas después del procedimiento?
En algunos casos, sí. La trabeculoplastia láser puede reducir la necesidad de colirios, pero esto depende de la presión ocular alcanzada tras el tratamiento.
¿Quién puede someterse a este procedimiento?
Pacientes con glaucoma de ángulo abierto que no logran un buen control de la presión intraocular con medicamentos, o que desean reducir su dependencia de ellos, suelen ser buenos candidatos.
¿Puedo operarme ambos ojos el mismo día?
Generalmente se trata un ojo por vez, para evaluar la respuesta al láser. Si la presión baja adecuadamente, se programa la intervención del segundo ojo en los días siguientes.
¿Puedo manejar después de una trabeculoplastia?
Se recomienda no conducir el mismo día, ya que podría haber visión borrosa transitoria. Lo ideal es acudir acompañado a la consulta.
¿Qué riesgos tiene la trabeculoplastia?
Aunque es un procedimiento seguro, puede causar efectos secundarios leves como enrojecimiento, visión borrosa temporal o aumento transitorio de la presión ocular, los cuales se controlan con tratamiento.
¿Dónde puedo realizarme una trabeculoplastia láser en Perú?
En Opeluce, contamos con oftalmólogos especializados en glaucoma y tecnología láser avanzada para realizar este procedimiento de forma segura y eficaz. Agenda tu cita aquí y recibe una evaluación completa.
Un paso adelante contra el glaucoma: considera la trabeculoplastia
La trabeculoplastia láser es una opción segura y efectiva para controlar la presión intraocular en personas con glaucoma. Este procedimiento ambulatorio, mínimamente invasivo, puede ayudarte a mantener tu visión y evitar complicaciones más graves si se realiza en el momento adecuado. A lo largo del artículo, conociste en qué consiste la técnica, cuándo se indica, qué tipo de láser se puede usar y cuáles son sus beneficios y riesgos.
Si ya usas gotas para el glaucoma o te han recomendado esta opción, no postergues tu decisión. Detectar y tratar el glaucoma a tiempo puede salvar tu vista. En Opeluce, contamos con especialistas en glaucoma y la tecnología adecuada para realizar trabeculoplastia láser de forma precisa y segura.
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