El desprendimiento de retina es la separación de la capa de tejido sensible a la luz, ubicada en la parte posterior del ojo, de las capas de tejido que la rodean. Se trata de una condición grave, y por tanto, la cirugía para el desprendimiento de retina es un procedimiento de emergencia, para preservar la capacidad visual de la persona.
En este blog descubrirás cuáles son los procedimientos médicos para restituir la retina a su condición inicial, en qué consiste cada uno y cómo transcurre el proceso de recuperación.
Desprendimiento de retina operación: Retinopexia neumática
La retinopexia neumática es una cirugía para el desprendimiento de retina que se realiza dentro del consultorio oftalmológico, reserva tu cita ahora. En este procedimiento se utiliza anestesia local, y consiste en la colocación de una burbuja de gas dentro del ojo; seguidamente, el paciente deberá adoptar cierta posición durante unos días. Esto permitirá que la burbuja de gas flote hacia arriba, en sentido contrario a la abertura de la retina, llevándola de nuevo a su posición inicial.
El oftalmólogo aplicará láser para sellar la fisura de forma permanente, por ello es recomendable evitar rutinas de entrenamiento físico muy intensas, o viajar en avión. Asimismo, deberá acudir al oftalmólogo para verificar que el proceso de recuperación transcurra en orden.
Vitrectomía
Esta cirugía es bastante similar a la retinopexia neumática; no obstante, en ese caso el oculista realizará pequeñas incisiones en la pared del globo ocular, con el propósito de desalojar la mayor cantidad de vítreo posible, el líquido gelatinoso que rellena el ojo, utilizando un succionador.
De inmediato, y dependiendo de la técnica de operación previamente establecida, el oftalmólogo empleará un aparato de congelación o láser para devolver la retina a su lugar; de lo contrario, inyectará una burbuja de gas, aire o aceite de silicona en el globo ocular, para ayudar a mantener la retina en su sitio.
Este tratamiento utiliza anestesia local, en forma de inyección o gotas, para evitar que el paciente sienta dolor. Sin embargo, en algunos casos, se utiliza anestesia general. Si el paciente presenta desprendimiento de retina en ambos ojos, el procedimiento de vitrectomía se llevará a cabo en un ojo a la vez.
Durante el proceso de recuperación, el paciente deberá usar un parche por 24 horas, reposo de 2 a 4 semanas, seguir un tratamiento con gotas oftálmicas y evitar rutinas de ejercicio intenso o conducir. Si la técnica utilizada es la colocación de una burbuja, es necesario abstenerse de viajar en avión o visitar lugares con demasiada altitud.
Cirugía de hebilla escleral
Esta cirugía para desprendimiento de retina consiste en colocar una pequeña cinta, bastante flexible, alrededor de la esclerótica o parte blanca del ojo. En este caso, la función de la banda es fijar los lados del ojo hacia la retina, para que esta última vuelva a adherirse.
Tras la intervención, la banda queda de forma permanente en el ojo, y el oftalmólogo podrá emplear la técnica del láser o congelamiento para restablecer cualquier orificio o fisura en la retina. Igualmente, este procedimiento utiliza anestesia, por lo que el paciente no presentará dolor, y volverá a casa el mismo día. Es recomendable asistir con un acompañante a la cirugía y seguir las recomendaciones del oculista, que generalmente son las mismas que en los casos anteriores.