Tonometría Ocular: ¿Qué es y para qué sirve?

Tonometría examen ocular

La tonometría ocular puede parecer, a simple vista, un término médico complicado, pero en realidad se trata de una de las pruebas más sencillas y valiosas para cuidar la visión. Muchas personas desconocen que una variación en la presión dentro del ojo puede pasar inadvertida durante años y, sin embargo, ser la causa silenciosa de enfermedades que amenazan la vista, como el glaucoma.

Lo interesante es que, con una prueba rápida y sin dolor, es posible detectar estos cambios a tiempo y evitar complicaciones que podrían afectar la calidad de vida. Por eso, la tonometría no solo forma parte de un chequeo oftalmológico completo, sino que también es una herramienta clave en la prevención.

En este artículo te contaremos de forma clara qué es la tonometría ocular, por qué es tan importante conocer sus valores normales y cómo este examen puede ayudarte a proteger tu salud visual a largo plazo.
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¿Qué es la tonometría ocular?

La tonometría ocular es una prueba diagnóstica utilizada en oftalmología para medir la presión intraocular (PIO), entendida como la fuerza que ejerce el humor acuoso —el líquido transparente que circula en la cámara anterior del ojo— contra las paredes internas del globo ocular. Este valor se expresa en milímetros de mercurio (mmHg) y constituye un parámetro fundamental para evaluar el equilibrio entre la producción y el drenaje del humor acuoso a través del sistema trabecular.

En condiciones normales, la presión intraocular se mantiene dentro de un rango estable que permite preservar la integridad del nervio óptico y de las estructuras oculares. Sin embargo, cuando este valor se eleva por encima de lo normal, aumenta el riesgo de desarrollar glaucoma, una neuropatía óptica progresiva que puede llevar a la pérdida irreversible de la visión. Por esta razón, la tonometría es considerada un examen rutinario en la práctica oftalmológica, incluso en pacientes asintomáticos.

La tonometría no mide la agudeza visual ni la necesidad de corrección óptica, como lo haría un examen de refracción, sino que se centra en el estado fisiológico interno del ojo. Esta característica la convierte en una herramienta indispensable para la prevención, diagnóstico temprano y seguimiento de patologías oculares crónicas, especialmente aquellas que comprometen el nervio óptico.

En resumen, cuando hablamos de qué es la tonometría ocular, nos referimos a un procedimiento sencillo, rápido y seguro, pero altamente especializado. Su realización periódica permite detectar alteraciones en la presión intraocular de forma precoz y garantizar un control eficaz de enfermedades que pueden poner en riesgo la visión.

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¿Para qué sirve la tonometría ocular?

La tonometría ocular cumple un rol esencial en la práctica oftalmológica porque permite conocer de manera objetiva la presión intraocular (PIO), un parámetro que no puede evaluarse a simple vista ni por síntomas iniciales. Su utilidad se centra principalmente en tres aspectos fundamentales:

  1. Detección temprana del glaucoma
    El glaucoma es una neuropatía óptica progresiva asociada de forma directa con la elevación de la PIO. Lo complejo de esta enfermedad es que suele avanzar de manera silenciosa, sin generar molestias hasta que el daño visual ya es irreversible. Gracias a la tonometría, el especialista puede identificar aumentos anormales de presión ocular en fases iniciales y establecer un plan de tratamiento oportuno para evitar la pérdida de visión.
  2. Seguimiento de pacientes con riesgo ocular
    La tonometría también es indispensable en personas con factores de riesgo, como antecedentes familiares de glaucoma, miopía alta, hipertensión arterial, diabetes mellitus o uso prolongado de corticoides. En estos pacientes, la medición periódica de la PIO permite monitorear cambios sutiles y actuar de manera preventiva antes de que se presenten complicaciones.
  3. Evaluación antes y después de cirugías oculares
    En el ámbito quirúrgico, la tonometría es una prueba de control indispensable. Antes de una cirugía, ayuda a descartar valores anormales de presión que puedan incrementar el riesgo durante el procedimiento. Tras la intervención —como en casos de cirugía de catarata, trasplante de córnea o trabeculectomía—, se utiliza para confirmar la estabilidad de la presión ocular y prevenir complicaciones como hipertensión o hipotonía ocular.

La tonometría ocular no es solo un examen de rutina, sino una herramienta diagnóstica, preventiva y de seguimiento clínico, que contribuye de manera decisiva a la preservación de la salud visual.
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Valores normales de tonometría ocular

Los resultados de una tonometría ocular se expresan en milímetros de mercurio (mmHg), y su correcta interpretación es clave para determinar si la presión intraocular (PIO) se encuentra dentro de parámetros seguros.

Rango considerado normal

En la mayoría de la población, los valores normales de presión intraocular se sitúan entre 10 y 21 mmHg. Este rango es el estándar de referencia en oftalmología, ya que se asocia con un riesgo mínimo de daño en el nervio óptico. Sin embargo, es importante recordar que el diagnóstico de enfermedades como el glaucoma no depende únicamente de la PIO, sino también de la evaluación del campo visual, el estado del nervio óptico y pruebas complementarias.

Factores que pueden modificar los resultados

Existen condiciones fisiológicas y anatómicas que influyen en la medición de la tonometría:

  • Edad: con el envejecimiento, la elasticidad ocular cambia y la presión puede variar ligeramente.
  • Grosor corneal: una córnea más gruesa puede generar lecturas artificialmente altas, mientras que una córnea delgada puede subestimar la presión real. Por eso, en muchos casos se complementa la tonometría con una paquimetría corneal.
  • Hora del día: la PIO no es constante; suele ser más elevada en la mañana y disminuir hacia la tarde, por lo que el momento del examen también influye en la lectura.
  • Factores externos: el uso de lentes de contacto, el estrés o incluso la posición corporal pueden modificar transitoriamente el resultado.

Valores altos o bajos: ¿qué significan?

  • Valores altos (>21 mmHg): indican hipertensión ocular, condición que aumenta el riesgo de glaucoma. No siempre significa que el paciente tenga la enfermedad, pero sí requiere vigilancia estrecha.
  • Valores bajos (<10 mmHg): pueden asociarse a hipotonía ocular, situación que compromete la función del ojo y aparece, por ejemplo, tras cirugías complicadas o traumatismos oculares.

Conocer los valores normales de tonometría ocular y entender sus variaciones permite al oftalmólogo diferenciar entre una condición fisiológica y una patología que requiere tratamiento inmediato.

Tipos de tonometría: técnicas más utilizadas

Existen diferentes métodos para medir la presión intraocular (PIO), cada uno con ventajas y aplicaciones específicas. Conocerlos es importante porque no todos los pacientes requieren la misma técnica, y la elección dependerá de las condiciones clínicas y del criterio del especialista.

La tonometría de aplanación de Goldmann es considerada el estándar de oro en la práctica oftalmológica. Se realiza en la lámpara de hendidura y requiere la aplicación previa de anestesia tópica y fluoresceína. Su principio se basa en la ley de Imbert-Fick, que relaciona la fuerza necesaria para aplanar una superficie con la presión interna del ojo. Este método es altamente preciso y reproducible, por lo que es el más utilizado en el diagnóstico y seguimiento de enfermedades como el glaucoma.

La tonometría de no contacto, conocida popularmente como la prueba del “soplo de aire”, es una alternativa rápida y cómoda. No requiere anestesia ni contacto directo con la córnea, lo que la hace ideal para chequeos preventivos y evaluaciones iniciales. Sin embargo, sus resultados pueden variar dependiendo del grosor corneal, por lo que, ante la sospecha de glaucoma o hipertensión ocular, suele confirmarse con técnicas más precisas.

Existen también otros métodos complementarios. El Tono-Pen es un dispositivo portátil que permite medir la PIO en pacientes pediátricos, encamados o en situaciones postquirúrgicas, donde los métodos tradicionales resultan más difíciles de aplicar. Por su parte, la tonometría de contorno dinámico (Pascal) evalúa la presión ocular compensando factores relacionados con la biomecánica corneal, lo que aporta datos más completos en ciertos casos complejos.

Aunque la tonometría de aplanación de Goldmann continúa siendo el método de referencia, la disponibilidad de otras técnicas ha permitido que este examen se adapte a diferentes escenarios clínicos. Lo más importante es que la elección del método sea indicada por un oftalmólogo especializado. En Opeluce, contamos con equipos de última generación y profesionales altamente capacitados para ofrecerte una medición precisa de tu presión ocular y un diagnóstico confiable. Reserva tu cita y protege tu visión a tiempo.

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¿Cómo se realiza la prueba de tonometría ocular?

La tonometría ocular es un examen breve y seguro. Según la técnica, el proceso varía ligeramente, pero en todos los casos el objetivo es medir con precisión la presión intraocular (PIO).

Tonometría de aplanación de Goldmann (estándar de referencia)

Primero se colocan gotas anestésicas en el ojo y se aplica fluoresceína (un colorante amarillo que facilita la lectura). Con el paciente apoyado en la lámpara de hendidura, el especialista acerca suavemente el prisma del tonómetro a la superficie corneal para “aplanarla” mínimamente y calcular la PIO. El contacto es delicado y dura segundos por ojo.
Tiempo aproximado: 3–5 minutos en total para ambos ojos.
Sensaciones del paciente: leve picor o sabor amargo por la anestesia y una tinción amarilla temporal en la lágrima; no hay dolor. Se recomienda no frotarse los ojos durante 20–30 minutos.

Tonometría de no contacto (air puff)

No requiere gotas ni contacto. El paciente mira un punto de fijación y el equipo emite un pulso de aire que aplanará la córnea por milisegundos; el sistema calcula la presión a partir de esa respuesta.
Tiempo aproximado: 1–2 minutos para ambos ojos.
Sensaciones del paciente: un “soplo” corto que puede sorprender, pero no duele ni deja molestias.

Tono-Pen y tonometría de contorno dinámico (Pascal)

El Tono-Pen es un dispositivo portátil útil en niños, postoperatorios o pacientes que no pueden usar la lámpara de hendidura. Se colocan gotas anestésicas y el tip estéril toca suavemente la córnea varias veces para promediar la PIO. La tonometría de contorno dinámico (Pascal) utiliza una punta con curvatura que se adapta a la córnea para medir la presión de forma continua y menos dependiente de la biomecánica corneal.
Tiempo aproximado: 2–4 minutos en ambos ojos.
Sensaciones del paciente: contacto mínimo e indoloro, similar a la Goldmann; visión normal tras unos minutos.

Consideraciones generales

  • No requiere dilatación pupilar. Puede realizarse sola o junto a otros exámenes en la misma visita.
  • Lentes de contacto: suele pedirse retirarlos antes.
  • Seguridad: los prismas o puntas son desechables o esterilizados; el procedimiento es rápido, indoloro y muy seguro.
  • Después del examen: puedes retomar tus actividades de inmediato; la ligera coloración amarilla desaparece en pocos minutos.

Si tienes factores de riesgo o síntomas, lo ideal es una evaluación completa para decidir la técnica más adecuada y contextualizar el resultado de la PIO con el estado del nervio óptico y otras pruebas. En Opeluce contamos con todas las modalidades de tonometría y especialistas en glaucoma para brindarte una medición precisa y un plan de cuidado personalizado. ▶ Agenda tu cita con nosotros y protege tu salud ocular hoy

¿Quiénes deben realizarse una tonometría ocular y cada cuánto tiempo?

La tonometría ocular es un examen que debería formar parte de todo control oftalmológico integral, pero existen grupos de pacientes en los que es aún más relevante debido a su mayor riesgo de desarrollar glaucoma u otras alteraciones relacionadas con la presión intraocular (PIO).

Pacientes de riesgo

  • Mayores de 40 años: a partir de esta edad aumenta la probabilidad de que la presión ocular se eleve y, con ello, el riesgo de glaucoma.
  • Antecedentes familiares de glaucoma: tener un padre, madre o hermano con esta enfermedad incrementa significativamente la predisposición genética.
  • Pacientes con miopía alta: los ojos con miopía magna presentan cambios estructurales que los hacen más vulnerables al daño glaucomatoso.
  • Personas con hipertensión arterial o diabetes: ambas condiciones pueden afectar la salud ocular y potenciar el riesgo de alteraciones en el nervio óptico.
  • Usuarios de corticoides a largo plazo: ya sea en gotas, comprimidos o inhaladores, estos medicamentos pueden elevar la PIO en personas susceptibles.

Frecuencia recomendada

En la población general se recomienda realizar una tonometría ocular cada 1 a 2 años como parte del chequeo oftalmológico de rutina. En cambio, los pacientes con factores de riesgo deben ser evaluados con mayor frecuencia, incluso una vez al año o según indique el especialista.

La tonometría es rápida, indolora y puede salvar tu visión al detectar alteraciones que no producen síntomas en etapas iniciales. En Opeluce, nuestros especialistas en glaucoma realizan esta prueba con equipos de última generación y la interpretan en el contexto de una evaluación clínica completa. Agenda tu cita y cuida tu salud ocular a tiempo.

Preguntas frecuentes sobre tonometría ocular

¿La tonometría ocular duele?
No. Es un procedimiento rápido e indoloro. En la tonometría de aplanación se utilizan gotas anestésicas para evitar molestias, mientras que en la prueba de aire (air puff) no hay contacto con el ojo.

¿Cuánto dura la prueba de tonometría ocular?
El examen suele durar entre 3 y 5 minutos en total, dependiendo de la técnica empleada. El resultado es inmediato y forma parte de la consulta oftalmológica de rutina.

¿Cuáles son los valores normales de tonometría ocular?
En la mayoría de los pacientes, la presión intraocular normal se encuentra entre 10 y 21 mmHg. Valores más altos o más bajos requieren evaluación por un especialista para descartar patologías.

¿Cada cuánto tiempo debo hacerme una tonometría ocular?
En personas sin factores de riesgo, se recomienda realizarla cada 1 a 2 años como parte del control oftalmológico. En pacientes con riesgo de glaucoma (mayores de 40 años, antecedentes familiares, miopía alta, diabetes o hipertensión) debe hacerse con mayor frecuencia, al menos una vez al año.

¿Qué pasa si tengo la presión ocular alta?
La presión ocular elevada no siempre significa glaucoma, pero sí es un factor de riesgo importante. El oftalmólogo decidirá si es necesario realizar estudios complementarios como campo visual, paquimetría o tomografía de nervio óptico (OCT).

¿La tonometría ocular se puede hacer con lentes de contacto?
No. Los lentes de contacto deben retirarse antes del examen, ya que interfieren con la medición.

¿Por qué es importante realizarse una tonometría ocular?
Porque es la única forma de conocer con certeza la presión intraocular y detectar de manera temprana enfermedades como el glaucoma, que en sus etapas iniciales no producen síntomas.

Protege tu salud visual: realiza tu tonometría en Opeluce

La tonometría ocular es mucho más que una prueba de rutina: es la herramienta que permite detectar a tiempo alteraciones en la presión intraocular que podrían derivar en enfermedades graves como el glaucoma. Al ser un examen rápido, indoloro y altamente confiable, debe formar parte de los controles oftalmológicos periódicos, especialmente en pacientes con factores de riesgo.

En Opeluce contamos con equipos de última generación y especialistas en glaucoma que no solo realizan la medición de la presión ocular, sino que también interpretan los resultados dentro de una evaluación oftalmológica integral. Nuestro objetivo es brindarte un diagnóstico preciso y ayudarte a prevenir complicaciones que podrían comprometer tu visión a largo plazo.

No esperes a que aparezcan los síntomas. Reserva tu cita en Opeluce y asegúrate de proteger tu salud visual con la confianza de estar en manos expertas.

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